jueves, 18 de junio de 2009

Mi granito de arena en una gran tragedia

Eran las 3:00 p.m. de la tarde el día 5 de junio, yo me encontraba sobre el Bulevar Rodríguez, con mi familia felizmente, acabábamos de renovar nuestra visa y muy contentos nos encontrábamos haciendo fila en paquetería DHL, cuando de repente vimos pasar muchas bomberas, patrullas y soldados; Yo pensé que lo que estaba pasando era algo muy grande, porque eran demasiadas las personas que se dirigían al lugar, yo mis hijos y mi esposo nos preocupamos y comentamos ojala no sea nada grave, pero todos sentimos que pasaba algo muy malo, hasta en el trafico que había se notaba. Nadie sabía que era lo que pasaba pero todos nos empezamos a preocupar. Unos instantes después por el mismo Bulevar vemos que viene los soldados de regreso, el trafico estaba paralizado, los soldados en sus brazos traína niños, se veían desmayados y tiznados, fue ahí cuando nos dimos cuenta que algo muy malo había pasado y tenía que ver con niños, en ese momento me entro una gran mortificación, me dirigí hasta mi auto con mi familia, con la duda y la preocupación, en ese momento me subí al auto y cuando llegue pensé, tengo que saber que paso, prendí mi auto y encendí la radio, y nos enteramos de la trágica noticia, la cual nos causo una gran pena y angustia e inmediata mente pensamos si habría alguna manera de ayudar, pero creíamos que en ese momento lo más prudente era no acudir al lugar porque quizá podíamos entorpecer la labor de los bomberos y rescatistas, decidiendo esperar a saber más de la noticia y estar pendientes por si solicitaban ayuda.
Fuimos a comer, pero sabiendo lo que pasaba hasta el hambre se me quito, solo de pensar en lo que estaba sucediendo el estomago se me encogía, terminamos de comer y volvimos a casa, pero no dejaba de pensar en si habría algo que yo pudiera hacer, fue entonces en que decidí poner los canales locales de televisión para oír las noticias y ahí me di cuenta de la magnitud del problema y que había mucho que hacer. Hable al 066 y pregunte en que podía ayudar y me solicitaron mis datos para llamarme, después trate de comunicarme a Telemax para ponerme a sus ordenes pero fue imposible comunicarme. Fue entonces cuando desidia no seguir mas sin hacer nada le hable a mi esposo y le dije vámonos al hospital general a ver que podíamos hacer, y así lo hicimos.
Siendo las 6:00 de la tarde ya nos encontrábamos ahí, era el panorama más triste y desesperante que he visto en mi vida, cientos de padres desesperados buscaban a sus hijos y otros lloraban a gritos la pérdida de sus bebes, era imposible contener las lagrimas. Busque a mi amiga Silvia de La Re la esposa del Director general del hospital y empezamos a ayudarla como voluntarios, ayudándole a los padres a localizar a sus hijos, había muchísima ayuda de diferentes religiones o instituciones y unos hermanos pusieron un cañón y una pantalla gigante afuera del hospital y fue ahí donde se centro toda información, a nosotros nos pasaban las listas y se las asíamos llegar a ellos para que la pusieran en la pantalla y las listas se actualizaran, eso ayudo muchísimo.
De ahí en adelante fue una larga noche y muy, muy, triste, era horrible ver la desolación de los padres que salían de identificar a los niños y encontraban que si era y estaban muertos, y muchos otros estaban vivos pero en pésimas condiciones de salud y otra gran mayoría no los encontraban por ninguna parte. Eran familias enteras desesperadas, abuelas con el rostro desfigurado de dolor, hermanos, tíos, todos intentaban por algún lado encontrarlos.
En las afueras del hospital había también cámaras y reporteros de todos los medios televisivos
locales haciendo reportajes para tratar de ayudar a localizar.
Lo bueno que puedo decir de esta tragedia es que fue increíble la solidaridad de la gente, como todo querían ayudar, llegaban con comida, cobijas, agua, etc. Lo que nunca falto fueron varios grupos de diferentes religiones orando por todos los involucrados en esta tragedia.

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